Mi ex me escribió: Qué hacer cuando un ex vuelve a tu vida

Recuerdo ese mensaje como si hubiera sido ayer. No eran más de cinco palabras. Nada profundo, nada especial. Pero mi corazón se detuvo. No por lo que decía, sino por todo lo que removía dentro de mí. El pasado golpeando la puerta del presente. Una historia inconclusa, una herida que creí sanada, un eco que volvía. Ese “hola, ¿cómo estás?” no era un simple saludo: era una prueba del universo.

Respiré profundo. Cerré los ojos. Y antes de responder, me pregunté: ¿desde dónde voy a contestar? ¿Desde la herida o desde el alma? Porque cuando mi ex me escribió , no era él lo importante, era yo. Mi evolución, mi dignidad, mi amor propio.

Cuando mi ex me escribió , el mensaje puede significar muchas cosas... pero la más importante es lo que representa para ti.

Espiritualmente hablando, una reaparición puede ser una señal de que el ciclo aún tiene algo por enseñarte. No necesariamente para volver, sino para mostrarte lo mucho que has crecido. A veces, el alma vuelve no porque aún ame, sino porque aún no aprendió.

También puede significar una oportunidad para sanar desde otro lugar, con otra energía, con otra conciencia. Y ojo, esto no quiere decir que debas reabrir heridas ni regresar. Pero sí puedes usar esa chispa para iluminar lo que todavía duele, y transmutarlo.

Paso 1: No respondas desde la urgencia

Recibe el mensaje. Respira. Cierra los ojos. ¿Qué emoción apareció? ¿Euforia? ¿Nervios? ¿Rabia? Antes de contestar, honra lo que sientes. Eso es información valiosa.

Paso 2: Tómate tu tiempo

No estás obligada a responder en el momento. De hecho, no responder inmediatamente genera reflexión, expectativa y equilibrio.

Paso 3: Menos es más

No expliques tu vida. No entres en detalles. Responde con neutralidad, desde el centro, desde tu poder.

Paso 4: Observa su energía

¿Su mensaje es claro? ¿Honesto? ¿Superficial? No te dejes engañar por la nostalgia. Observa sin ilusión.

Paso 5: Pregúntate: ¿qué me haría bien?

¿Volverías a abrir un capítulo solo por costumbre? ¿O porque algo dentro de ti aún no se ha sanado?

Muchos caemos en patrones repetitivos cuando esa persona aparece. Aquí te dejo los más comunes:

Error 1: Responder con ansiedad

Consecuencia: Te pones en posición de espera y pierdes el equilibrio. Solución: Respira antes de contestar. Reconecta contigo.

Error 2: Ser demasiado amable o confidente

Consecuencia: Entregas toda tu energía sin saber si vale la pena. Solución: Sé cordial, pero firme. No le debes intimidad a quien desapareció.

Error 3: Caer en la ilusión

Consecuencia: Te enganchas de nuevo a una historia que quizás ya terminó. Solución: Aterriza tus emociones. Observa la realidad sin filtros emocionales.

• Yo elijo mi paz antes que cualquier reencuentro.

• Merezco vínculos que me sumen, no que me revuelvan.

• Mi intuición es mi guía, y mi amor propio es mi base.

• Puedo cerrar ciclos sin resentimiento.

• No tengo que repetir historias para sentirme amada. 

Mariela recibió un mensaje de su ex después de un año de silencio. El corazón le palpitó como loco. Por un momento, pensó en lo bonito. Luego en lo doloroso. Decidió tomarse un día entero antes de leerlo.

Cuando finalmente lo abrió, lo dejó en visto durante dos días. Después, le respondió con un “hola” y un emoji neutro. Nada más. No necesitaba explicar, ni revivir, ni justificarse. Días después, él volvió a escribir con más intención. Pero para entonces, Mariela había entendido algo muy profundo: ya no era la misma mujer que un día lloró por esa historia.

No volvieron. Pero ella sí volvió a sí misma. Y eso fue suficiente.

Cuando mi ex me escribió , no se trataba de él. Se trataba de mí. De cómo he aprendido a amarme. De cómo ya no me vendo por migajas. De cómo puedo mirar al pasado sin necesidad de habitarlo. La vida, a veces, nos pone frente a viejos caminos no para que volvamos a transitarlos, sino para que nos demos cuenta de que ya no nos pertenecen.

Responder a un ex es una danza espiritual entre lo que fuimos y lo que somos. No tienes que ser ruda ni fría. Pero sí puedes ser clara. Puedes elegirte. Puedes agradecer lo vivido y aun así cerrar la puerta.

El alma sana cuando dejamos de buscar afuera lo que solo se encuentra adentro. Y si esa persona regresa, quizás sea para mostrarte que ahora tú tienes el timón. Que ya no ruegas, que ya no suplicas, que ya no esperas. Porque has entendido que el verdadero amor no duele, no confunde, no desaparece.

Entonces, si ese mensaje llega o ha llegado, respira. Recuerda quién eres. Recuerda cuánto has sanado. No hay prisa. No hay presión. Solo hay una pregunta: ¿esto suma a mi paz?

Y si la respuesta es no, ya sabes qué hacer.

1. ¿Qué pasa si no quiero responder?

Nada. Estás en tu derecho. No responder también es una respuesta. Tu energía es sagrada.

2. ¿Y si siento que todavía lo amo?

El amor no siempre es razón para volver. Pregúntate si esa persona también te ama bien, te elige bien, te cuida bien.

3. ¿Cómo saber si su mensaje es sincero?

Observa más que escuches. La energía no miente. Si es sincero, te lo demostrará con acciones.

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